Apocalipsis 17:15).
No debemos perder de vista el hecho de que esta bestia es una persona real, y no un mero principio o fuerza. Prueba adicional de este hecho es su presencia en el lago de fuego (19:20; 20:10). Esta primera bestia es una personalidad tan definida como Jesús, a quien él busca imitar. Siendo inspirada y apoyada satánicamente, la bestia será también satánicamente sostenida y controlada por el diablo y será el último rey de la forma final de gobierno gentil. Entre los muchos títulos que lo identifican, es descrito como "el cuerno pequeño", "el blasfemador", "el rey del Norte, de Siria", "el gran Asirio" y "el hombre de pecado", en quien el pecado del hombre alcanzará su punto culminante. Esta bestia que será revelada después del rapto de la Iglesia, es "el príncipe que ha de venir" (Daniel 9:26, 27; 2 Tesalonicenses 2:6-8).
El será el último gobernante mundial antes de Cristo. En cuanto a su origen y nación, el énfasis de Daniel sobre este último gobernante de los gentiles y opresor de Israel se concentra en la provincia de Siria (del antiguo imperio griego, que comprende Asiría, e incluso Babilonia, más antiguas aún). Surgiendo de esta provincia con ayuda judía, desplazará a tres gobernantes de la confederación de los diez y revivirá la Grecia clásica.
Llegando al simbolismo de las cabezas y los cuernos de la bestia, la identificación exacta de éstos será bastante simple cuando Dios en su plan sobrenatural los lleve a su cumplimiento. Ralph Brown, en su Outline of Bible Prophecy. (Bosquejo de profecía bíblica), nos dice que las siete cabezas representan siete naciones gentiles que han gobernado o gobernarán en el mundo bíblico e Israel. "Cinco han caído," desde Abraham hasta Cristo. Estas cinco que se han levantado y caído son Egipto, Asiria, Babilonia, Medo-Persia, y Grecia. "Uno es:" Roma, que gobernaba cuando Juan escribió. "El otro aún no ha venido:" la confederación de las diez naciones, simbolizada por los "diez dedos de los pies" y los "diez cuernos". Las siete enronas significan falsa supremacía y los diez cuernos significan falsa fuerza. "La bestia. . . es también el octavo; y es de entre los siete" (Apocalipsis 17:11) se refiere al renacimiento de uno de los siete que también será el último gobierno gentil. "El es el octavo" implica que usurpa la autoridad y forma un gobierno distinto de los diez reyes. Pasajes que ayudan para el estudio cuidadoso de Apocalipsis 13:1-8 serían Daniel 7:7, 8, 23-26;
Apocalipsis 17:8-18.
La forma de la primera bestia es parecida a un leopardo, un oso y un león (opuesto al orden de Daniel 7). Daniel ve hacia adelante, a través de las edades, mientras que Juan ve hacia atrás. El anticristo reunirá en sí mismo las características opuestas a Dios de los tres reinos precedentes, asemejándose respectivamente al leopardo, al oso y al león. La vigilancia alerta del leopardo, el poder lento y aplastante del oso y la temible fuerza del león son rasgos distintivos familiares a los pastores en Palestina.
Combinadas en esta temible criatura están la infamia y la ferocidad de imperios pasados: Macedonia, rapidez y estrategia para conquistar;
Persia, tenacidad y poder masivo; Babilonia, voracidad y el más autocrático dominio gentil nunca conocido. Todo el poder civil y legal será conferido a esta despótica cabeza, cuyo trono será de iniquidad (Salmo 94:20). Los nombres de blasfemia que están sobre su cabeza, o cabezas, hablan de su expreso desafío a Dios. Los títulos blasfemos asumidos por los emperadores romanos de los siglos primero y segundo (y ciertos líderes romanos subsiguientes) son anticipo de los nombres que la bestia ostentará orgullosamente. Nerón, por ejemplo, era saludado como "el eterno". La desafiante y notoria oposición a Dios y su Cristo ante los ojos de los hombres se nos presenta en la conducta blasfema de la bestia.
El dragón delega a la bestia el gobierno constitucional. Por encarnar toda la fuerza y brutalidad de los imperios babilónicos y medo-persa, la bestia es un agente apropiado para el uso de Satanás. La soberanía que le fue ofrecida a Cristo por el príncipe del mundo (Juan 12:31) fue rechazada por El (Lucas 4:5, 8). Aquí se le ofrece a la bestia, quien la acepta.
Aquí se habla de la muerte y la resurrección de la bestia, que provoca una adoración universal. Aunque fue "herida de muerte", la herida mortal fue sanada. La expresión "como muerta" se usa en Otras siete ocasiones en el Apocalipsis.
El milagro de traer a la bestia de la muerte y de que lleve en sí las marcas de su resurrección, prueba cuan tremendo será el poder de la bestia y cuan fácilmente será engañado el mundo.
En la sanidad de la cabeza herida de muerte, algunos escritores ven la muerte política y resurrección de la bestia. El imperialismo, representado por el dominio mundial de los cesares, ha estado bajo la amenaza de una muerte política desde 476 d.C. Pero Dios permitirá que surja un imperio de en medio de la pasión y el conflicto revolucionarios. Faber explica la sanidad de la herida de muerte como el resurgimiento de la dinastía napoleónica, después de su derrocamiento en Waterloo. Pero, puesto que la mayor parte del Apocalipsis es profética, la interpretación histórica debe ser excluida (excepto como medio de ilustración). Juan ve aquí como un hecho consumado una forma imperial revivida del imperio romano, el cual desapareció hace más de un milenio y medio. Es fascinante observar el hilo de los acontecimientos del día actual, e investigar en los movimientos de las naciones de hoy la preparación del mundo para la influencia universal y dominante de la bestia. La falta de capacidad para gobernar adecuadamente está preparando el camino para este dictador satánicamente inspirado.
En la adoración del dragón y de la bestia, vemos otro aspecto de imitación. Satanás quería que Cristo se postrara y lo adorara, pero el Maestro no dobló su rodilla ante ninguno, sino ante Dios. En contraste con "¿Quién como Tú, oh Señor?" tenemos "¿quién como la bestia?" Miguel y sus ángeles hacen guerra con el diablo y sus ángeles y los vencen, pero aquí un pueblo engañado desafía: "¿Quién podrá luchar contra la bestia?" ¡Esta bestia, con su herida de muerte sanada, seguramente es inmune a la destrucción! Aunque él reinará solamente sobre uno de los diez reinos durante la primera mitad de la semana profética, reinará sobre todos ellos hasta el fin de los últimos tres años y medio.
La bestia — criatura superhumana y satánica, el "voluntarioso rey" de Daniel 11:36 — será cruelmente antisemita y actuará en el poder superhumano del dragón. Manifestará una proeza bélica que no perdona ni conoce compasión. La presencia de tan terrible dictador, con el destino de millones en sus manos, será la señal de que se precipita el juicio para todos los que lleven su marca.
Fines Jennings Dake resume el poder multiplicado de la bestia como sigue. Tiene poder para:
1. Blasfemar contra Dios. Apocalipsis 13:5, 6; Daniel 7:8, 11, 20, 25; 11:36.
2. Vencer a los judíos. Apocalipsis 13:7, 15; Daniel 7:21; 12:7.
3. Atribular a los santos. Apocalipsis 7:9-17; 14:13.
4. Conquistar muchas naciones y gobernarlas como él desea. Ezequiel 38; Daniel 7:8, 20-24; 11:36-45.
5. Destruir la Babilonia misteriosa. Apocalipsis 17:12-17.
6. Vencer y matar a los dos testigos. Apocalipsis 11:7.
7. Cambiar tiempos y leyes. Daniel 7:25.
8. Entender misterios. Daniel 8:23.
9. Proteger o castigar a los judíos por un tiempo. Daniel 9:27; 2 Tesalonicenses 2:4; Apocalipsis 11:1, 2.
10. Obrar señales y maravillas. Daniel 8:24; 2 Tesalonicenses 2:8, 9; Apocalipsis 13.
11. Causar la prosperidad del engaño. Daniel 8:25.
12. Controlar el dinero y las riquezas en su propio dominio. Daniel 11:38-43.
13. Causar grandes engaños. Daniel 8:25; Juan 5:43; 2 Tesalonicenses 2:10-12.
14. Obrar de acuerdo a su voluntad. Daniel 11:36.
15. Controlar la religión y la adoración. Daniel 9:36; 2 Tesalonicenses 2:4; Apocalipsis 13.
16. Controlar la vida de todos los hombres en su dominio. Apocalipsis 13:12-18.
17. Controlar a los reyes como él quiera. Apocalipsis 17:12-17.
18. Hacer que todas las otras naciones le teman. Apocalipsis 13:4.
19. Inducir a los hombres a pelear contra Cristo. Apocalipsis 19:14, 19-21.
20. Continuar en completo control del poder cuarenta y dos meses Daniel 7:25; Apocalipsis 13:5.
El autor arriba mencionado da este resumen de la persona de la bestia y sus cualidades:
Será un hombre que poseerá el talento y el atractivo de todos los conquistadores y líderes anteriores. Además de estos dones naturales, poseerá el milagroso poder de atraer gente de toda clase, fascinándola con su maravillosa personalidad, éxitos, sabiduría superhumana y capacidad administrativa y ejecutiva, poniéndola bajo su control por medio de unas adulaciones bien dirigidas y una diplomacia magistral. Estará dotado con el poder de Satanás en el ejercicio de estos dones; tanto, que el mundo se maravillará de él y lo adorará como a un dios.
Lo que sigue en 13:5-7 es una extensión de lo que se implica en "un nombre blasfemo" y "su boca como boca de león" (13:1, 2). El antiguo imperio romano fue culpable de blasfemia en que asumió nombres divinos en documentos públicos. El menosprecio y la burla de cualquier cosa divina serán practicados libremente cuando la adoración del diablo sea reconocida ampliamente. La jactancia y la blasfemia se incluyen entre las "grandes cosas" que salen de la boca de león de la bestia: "Una boca que hablaba grandes cosas" (Daniel 7:8). La bestia maldice a Dios mismo, incluyendo su nombre y su lugar de habitación con todos sus habitantes. Podemos comprender la blasfemia contra los que están en el cielo, ya que ellos se regocijaron por la expulsión del dragón desde el cielo (12:10).
Los santos fieles sobre la tierra serán entregados al poder de la bestia, a quien le será permitido infligir su venganza sobre ellos y vencerlos. Su autoridad para matar o perdonar será ilimitada en alcance y extensión, como se ha visto en la mención de las tres divisiones de la raza humana (13:7). La furia del dragón por su derrota en la guerra del cielo se derrama ahora sobre los santos de la tierra.
Los adoradores de la bestia se definen claramente como aquellos cuyos nombres no están en el registro divino que pertenece al Cordero inmolado. Los elegidos "moran en el cielo" (13:6) y son celestiales; los adoradores de la bestia "moran en la tierra" y son terrenales. El humanismo, ampliamente proclamado en la actualidad, es simplemente autoadoración y sólo está a un paso de la adoración al diablo. Para un estudio del "libro de la vida del Codero" (13:8), vea nuestro comentario posterior en este libro, al hablar del gran trono blanco (20:11-15). En la exhortación personal "Si alguno tiene oído, oiga", tenemos las propias palabras de admonición de Cristo, usadas tanto en los evangelios como en Apocalipsis. Tal como se emplea aquí, este es un llamado a entender completamente los juicios apocalípticos que están a punto de desatarse.
El castigo y la retribución adecuada son los principios indicados para amigos y enemigos por igual. Seamos santos o pecadores, de cierto cosecharemos lo que hemos sembrado. Los santos sometidos bajo el dominio de la bestia no se deben resistir. Aquí se ve la paciencia de los santos. Deberán soportar los sufrimientos que les hubieren sido asignados y triunfar por medio de ellos. Puesto que sus nombres están escritos en el cielo y el cielo es su morada, las armas que esgrimen no son carnales sino espirituales. Como disfrutarán de una seguridad eterna, no habrá guerra infernal ni poder humano que pueda despojarnos de sus victorias. Confiados en la venganza de Dios, los santos de la Tribulación usarán su cautividad como un medio de gracia, sabiendo que la eterna cautividad en el lago de fuego será la porción de la bestia. Todos los que causen sufrimiento al pueblo de Dios deberán enfrentarse a la justicia retributiva. Con la medida con que midan se les medirá (Mateo 7:2; Jeremías 15:2).
BENDICIONES
PASTORA LUCY
ADMINISTRADORA