diciembre 23, 2009

SIMEON, UN HOMBRE JUSTO Y PIADOSO

SIMEÓN, UN HOMBRE JUSTO Y PIADOSO
DICIEMBRE

DIA 23

“Ahora bien, en Jerusalén había un hombre llamado Simeón, que era justo y devoto, y aguardaba con esperanza la redención de Israel. El Espíritu Santo estaba con él... Simeón les dio su bendición y le dijo a María, la madre de Jesús: "Este niño está destinado a causar la caída y el levantamiento de muchos en Israel, y a crear mucha oposición” Lucas 2:25,34

A veces se piensa que los ancianos; ya están viejos, y que no se puede esperar mucho de ellos; pues, no es cierto, porque Simeón, aún anciano, esperó en Dios, y por medio del Espíritu Santo, se le reveló que no vería la muerte antes que viera al Ungido. Y así sucedió.

El Espíritu Santo jugó un papel muy importante en el Ministerio de Jesús ya que estaba sobre Simeón, a quien reveló al Ungido, y lo movió a ir al templo, y allí Simeón, hizo la oración “Nunc Dimitis”, que es “Ahora puedes despedir”, es decir el Señor cumplió su voluntad y Simeón oró a favor de Jesús y pudo decir con satisfacción “Ahora despide en paz a tu siervo, porque han visto mis ojos tu salvación” (Lucas 2:29-30)

Es clave crecer en el Señor, para discernir la voluntad de Dios, y para ser de bendición a la Iglesia y comunidad. Los creyentes de años, si han madurado, son personas que pueden aconsejar, y guiar al pueblo de Dios, para no distraerse en doctrinas falsas, ni vivir cómodamente, ya que hay un país y mundo por conquistar para Jesucristo.

Los ancianos deben ser atendidos, amados, respetados y reconocidos para que guíen a los ministros jóvenes a tener prudencia, a ser sensibles a las necesidades de la gente pobre, a dedicarse a una vida santa, con la misión de evangelizar y discipular.

Es vital, ahora ser guiados por el Espíritu Santo para predicar, enseñar, visitar y guiar a los creyentes a vivir en la plenitud del Espíritu y sacudir al mundo, con el evangelio que cambia vidas.

MEDITE:

¿Dejo que el Espíritu Santo, guíe mi vida cristiana?








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