Ahora tenemos al famoso Saulo de Tarso, quien mataba a los discípulos del Señor; pero un día se le apareció el Señor Jesús, ante quien cayó al suelo, cegado por el resplandor de una fuerte luz, fue llevado a la ciudad en donde Ananías lo orientó, pues, era un instrumento de Dios para comunicar el Evangelio a todas las naciones, incluyendo Israel. Saulo de la ciudad de Tarso, más tarde el Apóstol Pablo, predicó ante el miedo de los discípulos, en Damasco y Jerusalén. Surgen dos personas simpáticas, Eneas y Tabitas ambos sanados por el Señor.
En Hechos 10 “Cornelio, de origen gentil, intenta rendir culto a Pedro como a un enviado divino; Pedro se lo prohíbe (v.26; cf. Hch 14.11-18) Por motivos religiosos, los judíos procuraban tener el menor contacto posible con gentiles, entrar en sus casas los haría ritualmente impuros”. RV95
Mientras tanto, el Apóstol Pedro, lleno de prejuicio fue guiado por el Espíritu Santo para predicarle al filántropo Cornelio un militar de alto rango, quien recibe al Señor y es bautizado con el Espíritu Santo y su vida fue totalmente transformada. Pedro fue usado por el Señor.
Usted y yo, somos las manos del Señor, toquemos a los perdidos, a los necesitados de salvación eterna y de salud física para ser “sal y luz” y la gente glorifique a Dios, al mirar su poder. Es hora del Reino de Dios. Hoy deje que el Señor lo use para ser un canal de ayuda y testimonio al que lo necesita.
He conocido gente muy sencilla, pero llena del poder del Espíritu Santo, ora y hay sanidad, otros visitan, otros evangelizan. Ramón fue usado con poder al predicar, lleno del Espíritu Santo. Usted y yo somos instrumentos de Dios para bendecir su Iglesia y comunidad. Ore por nosotros...