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OCTAVO CONSEJO PARA CAMINAR CON DIOS
JULIO
DIA 24
Marcos y Rosa conversaban con cariño y creian que caminar con Dios no tiene que ser una experiencia mística, ni alejarse de la comunidad, ni ser cristiano raro, al contrario, amar a Dios es servir al prójimo, es interesarnos para juntos amarnos. Estoy de acuerdo, dijo ella.
Con cariño y firmeza sostengo que, un pecado eclesial es “halar para su propio molino”, cada familia, cada ministerio y creyentes de las iglesias, piensa más en sí mismo, que en los demás, es decir, se sirven entre ellos, pero aíslan al hermano que no lo adula
Uno crece y sobrevive por la gracia de Dios, y poco o nada se ve del gran mandamiento del Señor: “Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros; que como yo os he amado, así también os améis los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor los unos a los otros” Juan 14:34-35
Se ve especialmente en las grandes ciudades, indiferencia, falta de amor y de servicio al prójimo, por un lado, hay inseguridad, robos y asesinatos que nos hacen ser desconfiados, pero no todos lo son y además, no debemos de ser insensibles para ayudarnos.
Tampoco, ver que los demás no pueden, se critica el conformismo y eso mismo hacemos al no darle oportunidad al creyente para que predique, para que sea un discípulo, para que se foguee y así crezca. Doy gracias a Dios, que un Pastor humilde, miro más allá de sus narices, no miró mi temor, sino me lanzó a predicar y servir
De oportunidad al creyente en la iglesia y no se haga el dueño de la Grey, es madurez; se hace daño al no ayudar a la mujer, al creyente para que participe y testifique y desarrolle sus dones y talentos. Caminar con Dios, no debe ser sólo leer un devocional y creernos exclusivos, sino compartir y ayudar para que el hermano surja y crezca. Que decepción divina, al no ser amoroso con otros. Ore para que caminemos en amor y servicio.
ORE:
Padre, perdona nuestra falta de amor, nuestro egoísmo, y danos la oportunidad de demostrar que somos capaces en tí...
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