abril 16, 2015

La verdadera Santidad en la Biblia

Alabaaaaaaaaaaaaa y Adoraaaaaaaaaaa, Santo es el Señor, Santo, Santo, Santo, Me siento tranquila porque Cristo es mi paz, El es mi todo, El Señor nos dice en su Palabra Mi paz os dejo, mi paz os doy, no como el mundo la da yo os la doy. Buscad la paz con todos y la santidad sin la cual nadie vera al Señor. Alabaaaaaaaaaaaaaaaa y Gozateeeeeeeeeeee.
Meditacion diaria
La Verdadera Santidad en la Biblia
“Pues está escrito: Sean santos, porque yo soy santo.” 1 Pedro 1:16 (NVI)
Es indudable que Dios es único. No importa que religión se profese, o que dogma tenga cada uno sobre la liturgia y las costumbres, coincidimos todos en que Dios no tiene otro igual. Se podrían nombrar muchas de sus cualidades o atributos. Y cada una de ellas, motiva a adorarlo. Nadie cuestiona que Dios sea amor, justo, perfecto, sublime, soberano, constante, conocedor, eterno, misericordioso, paciente, pacífico, contenedor, cuidador, amable, todopoderoso, omnisciente, omnipresente, alto, entre otras.
Se escribieron miles de libros y canciones que resaltan cada uno de sus atributos y la Biblia está llena de menciones al respecto. La Escritura confirma que Dios es Dios. Y tiene todos sus atributos perfectos y permanentes. Cada uno podría agregar más cualidades de Dios a la lista de arriba, pero hay una que es distinta.
Dios es santo. Y lo llamativo de este hecho es que es la única cualidad de Dios que cuando se menciona, se repite tres veces. En ningún lugar se dice que Dios es justo, justo, justo; o bueno, bueno, bueno. Pero en reiterados pasajes, al hablar sobre si mismo Dios dice que Él es Santo, Santo, Santo. Todos los demás se mencionan una sola vez.
Santo significa separado, apartado, especial, único. Y Dios lo es. Por eso es que su pedido a sus hijos, es que repliquen en sus vidas, este atributo por triplicado de Dios. Por eso es que su pedido reiterado y permanente a sus hijos es que guarden la santidad.
Dios es tres veces santo, y demanda de sus hijos justamente lo mismo. Lamentablemente vivimos en días cuando relativizamos todo y creemos que podemos movernos impunes a pesar de romper las reglas de Dios. Que podemos manchar la santidad inmaculada de Dios con pecados cotidianos y que no vamos a tener consecuencias.
Es un argumento que el diablo se esfuerza en vendernos, para hacernos pecar sin culpa. Pero si por un segundo pudiéramos ver nuestra santidad, en la misma dimensión que Dios la ve, y lo muchísimo que le duele cada pecado nuestro, tendríamos mucho más cuidado. Por algo Dios es tres veces santo. Porque le importa muchísimo que lo imites. Y si vivís santamente, todo los demás atributos de Dios son sencillos de cumplir.
Cristo te ama y yo tambien, bendiciones, alabaaaaaaaa y gozateeeeeeeeee.