-Cuando veáis que el arca del pacto de Jehovah vuestro Dios es
llevada por los sacerdotes y levitas, vosotros partiréis de vuestro lugar y
marcharéis en pos de ella, 4 para que sepáis el camino por donde
habéis de ir; porque vosotros no habéis pasado antes por este camino. Pero entre
vosotros y el arca habrá una distancia de 2.000 codos. No os
acerquéis a ella.
5 Y Josué dijo al pueblo:
-Purificaos, porque mañana Jehovah hará maravillas entre vosotros.
6 Luego Josué habló a los sacerdotes diciendo:
-Tomad el arca del pacto y pasad delante del pueblo.
Entonces tomaron el arca del pacto y fueron delante del pueblo.
7 Y Jehovah dijo a Josué:
-Desde este día comenzaré a engrandecerte ante los ojos de todo
Israel, para que sepan que como estuve con Moisés, así estaré contigo. 8
Tú mandarás a los sacerdotes que llevan el arca del pacto, diciendo:
"Cuando hayáis llegado hasta la orilla de las aguas del Jordán, os detendréis en
el Jordán."
9 Y Josué dijo a los hijos de Israel:
-Acercaos acá y escuchad las palabras de Jehovah vuestro Dios.
10 -Y añadió Josué-: En esto conoceréis que el Dios vivo está en
medio de vosotros y que él ciertamente echará de delante de vosotros a los
cananeos, los heteos, los heveos, los ferezeos, los gergeseos, los amorreos y
los jebuseos: 11 He aquí, el arca del pacto del Señor de toda la
tierra cruzará el Jordán delante de vosotros. 12 Tomad, pues, ahora
doce hombres de las tribus de Israel, uno de cada tribu. 13 Y cuando
las plantas de los pies de los sacerdotes que llevan el arca de Jehovah, Señor
de toda la tierra, se posen en las aguas del Jordán, las aguas del Jordán se
cortarán, porque las aguas que descienden de arriba se detendrán como en un
embalse.
14 Sucedió que cuando el pueblo partió de sus tiendas
para cruzar el Jordán, y los sacerdotes iban delante del pueblo llevando el arca
del pacto; 15 y cuando los que llevaban el arca entraron en el
Jordán, en cuanto los pies de los sacerdotes se mojaron en la orilla del agua
(el Jordán se llena hasta sus bordes todo el tiempo de la siega), 16
las aguas que venían de arriba se detuvieron como en un embalse, muy lejos
de Adam, ciudad contigua a Saretán. Entonces las aguas que descendían al mar del
Arabá, es decir, al mar Salado, se cortaron por completo. De este modo el pueblo
cruzó frente a Jericó. 17 Y los sacerdotes que llevaban el arca del
pacto de Jehovah estuvieron en seco, firmes en medio del Jordán, mientras todo
Israel pasaba en seco, y hasta que todo el pueblo terminó de cruzar el Jordán.
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