CONFLICTO, LUCHA Y RECONCILIACIÓN
ENERO
DIA 12
Lectura: Génesis 31-33
“Luego ofreció un sacrificio en lo alto de un monte, e invitó a sus parientes a participar en la comida. Después de que todos comieron, pasaron la noche allí”. Génesis 31:54
Raquel y Lea ya no querían vivir con su padre. La familia de Jacob planifica salir de la casa de su suegro. Hay una huida en secreto. Labán se da cuenta y Dios le aparece en sueños para que no reprenda a Jacob; pero le dice: "Las hijas son hijas mías, los hijos, hijos míos son…" Labán no querían desprenderse de sus hijas y los consideraba de su propiedad.
Jacob y Labán hacen un pacto y conforme a la costumbre de la época levantan una piedra como testimonio de que Dios vigilará a Jacob y su familia cuando los dos se separen mutuamente. Dios le recuerda el voto que hizo Jacob e interviene oportunamente en medio del conflicto para recordarle la promesa que le hizo, para bendecir a Jacob y su familia.
A Jacob se le aparece, un varón con quien lucha hasta el amanecer, lo vence y le pregunta su nombre. ¡Oh! Sorpresa era nada menos que Dios mismo; por esto Jacob exclama: "Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma"; hay una teofanía o aparición de Dios en forma humana, porque Dios es Espíritu, no hay quien lo pueda ver y vivir
Lo interesante es el contexto del presente relato. Jacob tenía miedo de su hermano Esaú, a quien engañó. Dios transforma a Jacob en un hombre con nombre nuevo; ahora es Israel.
Todavía con rezago de temor Jacob acude al encuentro con su hermano Esaú; pero éste corrió, lo abrazó y besó al instante, ambos lloraron. Jacob había orado: "Líbrame ahora de manos de mi hermano porque le temo" (Gn. 32:11). Dios contestó su oración.
Imagínese que mira a un cuadro de un pintor. Están las mujeres de Jacob, sus hijos, siervos y animales, dos hombres se abrazan y lloran que hermoso cuadro de reconciliación. Usted perdone y reconcíliese.
MEDITE:
¿Guardó rencor a alguna persona?
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