PREDIQUE CON EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO
Lea: Hechos 7-8
OCTUBRE
DIA 26
Un predicador nato, vive lleno del Espíritu, sabe estudiar y trazar un texto bíblico, se sujeta a él y predica con valor, fidelidad y claridad, para edificar, consolar o exhortar al que lo necesita.
“-¡Veo el cielo abierto –exclamó-, y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios!... Mientras lo apedreaban, Esteban oraba. –Señor Jesús –decía-, recibe mi espíritu” (Hechos 7:56,59)
Esteban fue acusado ante el Consejo de haber blasfemado contra Dios y Moisés, él se defendió narrando un sermón histórico, hizo remembranza de la vida Abraham y sus descendientes; habló de Moisés, Josué, David, Salomón y los acusa de ser tercos y de resistir al Espíritu Santo, el resultado de este mensaje fue el rechinar de dientes, la cólera de los líderes religiosos y apedrear a Esteban, hasta matarlo.
Es obvio, que no debemos predicar con ira, hiriendo susceptibilidades; pero hay ocasiones, en que debemos ser valientes para proclamar el mensaje fielmente como lo hizo Esteban, ante una persecución de líderes que creían tener a Dios, pero servían al maligno.
El contexto histórico y social de la época muestra una Iglesia asolada por un tal Saulo de Tarso; además de pasar por una gran persecución. Surge la persona de Felipe un evangelista que es usado por Dios, y por medio de él se convierte Simón el Mago, posteriormente, un Eunuco, funcionario de la Reina de Candace. Felipe fue obediente, primero un Ángel del Señor le ordenó que viaje de Jerusalén a Gaza para testificar al Eunuco; luego el Espíritu Santo le dijo que se acerque al carro y le explique el Evangelio al lector del libro de Isaías, y en efecto Felipe lo hizo y le anunció el Evangelio de Cristo y bautizó al Eunuco.
Ah, si tuviéramos la disposición, la sujeción y el corazón para servir al Señor obedeciendo su mandato de predicar el Evangelio al mundo, con la preparación, estrategia, planes y acciones para evangelizar, otra sería nuestra comunidad, con personas más justas y llenas de paz.
Cuando me guía y sujeto al Espíritu Santo, hay poder, caso contrario, no lo hay. Es vital orar y dejarse usar por el Señor para edificar la Iglesia. Ore por nosotros.
ORE:
Padre controla mi corazón y lengua para edificar a tu pueblo y sanarlo..