DIOS DA ESPERANZA
Y VIDA AL CREYENTE FIEL
Lea:
Isaías 49-53
JULIO
DIA
13
“¡Cantad, cielos, alabanzas, y alégrate tierra! ¡Montes, prorrumpid
en alabanzas, porque Jehová ha consolado a su pueblo y de sus pobres tendrá
misericordia” (Isaías 49:13)
Hay una aparente
paradoja, por un lado el profeta Isaías habla de la alegría, se proyecta hacia
el futuro glorioso, de esperanza; por otro lado menciona a Sión que dice: ”Me
dejó Jehová, el Señor se olvidó de mí”. Israel como siervo de Jehová, o el
Siervo individual, tenía la misión de hacer retornar a las tribus de Jacob.
Tenía que hacer la voluntad divina.
En Isaías 50, acusar a Dios del mal
del mundo, es propio de gente necia y ciega de espíritu. Israel al acusar al
Señor, cayó en insensatez.
Jehová refuta a los israelitas que lo acusan
de haber rechazado a Israel sin motivo suficiente y de una manera definitiva.
Hubo una separación transitoria, pero no un divorcio, y, por lo tanto, no existe
ningún impedimento para que la unión matrimonial pueda rehacerse. Además, Dios
no se ha comportado como un padre de familia que vende a sus hijos como esclavos
para pagar sus deudas. (RV95)
Isaías 51 dice: “un llamado de esperanza;
Israel no debía tener temor, porque el brazo de Jehová los liberaría de la
esclavitud, renovando los prodigios del pasado; la furia de los opresores no
podrá hacer nada contra el pueblo de Dios, porque es el Señor del Universo y él
va a hacer que la copa de su ira sea bebida por los enemigos de su pueblo”.
(RV95)
Nuestro Dios es Todopoderoso, es digno de toda Gloria y Honor. Él
hace maravilla. Lleva tu carga a Él, enfermedad, deuda, dolor...
En
Isaías 52, Los profetas de Dios, como Isaías, eran mensajeros de paz. Un
Predicador debe ser fiel a la Palabra de Dios y dar un mensaje de vida y de
esperanza. El mensaje es uno solo, Dios ama a todo el mundo y desea que tenga
paz, por medio de Jesucristo.
“Tales atalayas como los que Dios había de
poner sobre los muros de Jerusalén para que hiciesen mención del nombre de
Jehová y estuviesen en continua y ferviente oración hasta que Jehová ponga a
Jerusalén por alabanza en la tierra. Estos atalayas están sobre sus torres, y
esperan que se dé respuesta a sus oraciones”, dice Matthew.
“Ciertamente
llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores, ¡pero nosotros le
tuvimos por azotado, como herido y afligido por Dios! Más él fue herido por
nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados...” (Isaías 53:4-5b)
Una
vez me operaron de apendicitis, me dolió el estomago no podía moverme, pero ese
sufrimiento era necesario para recuperarme. El dolor de Jesús y su muerte fueron
necesarios para el creyente arrepentido.
ORE:
Padre, tú eres mi
esperanza, gracias por perdonarme de todo pecado y darme vida.