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SANTIDAD Y OBEDIENCIA, DOS LLAVES PARA CRECER
Lea: 1 Pedro 1-2
DICIEMBRE
DIA 11
Santidad no es mística, es dedicar la vida para servir a Dios. Obediencia es fe en la Biblia para hacer la voluntad de Dios.
“Porque la fe de ustedes es como el oro: su calidad debe ser probada
por medio del fuego. La fe que resiste la prueba vale mucho más que el
oro, el cual se puede destruir. De manera que la fe de ustedes, al ser
así probada, merecerá aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo
aparezca” 1 P.1:7DH
El sufrimiento es clave para el crecimiento y madurez en la vida
cristiana. El oro mientras más pulido esté, es más costoso. Así el
creyente, mientras más pruebas este experimentado más se parecerá al
Señor Jesucristo.
El Apóstol Pedro escribió su carta universal en Roma, por el año 62-64
DC para animar y consolar a los cristianos de Asia menor, que estaban
en persecución. Pedro alaba a Dios por la esperanza viva, exhorta la
santidad al pueblo de Dios, a vivir como siervos y sujetarse a las
autoridades.
Pedro tiene un alto aprecio por la naturaleza corporativa del pueblo de
Dios, a la cual entra el creyente individual por el nuevo nacimiento.
Es el edificio de Dios, sobre el fundamento de Cristo mismo, y como tal
es el heredero de las bendiciones prometidas a Israel. Su doble función
es ofrecer adoración a Dios y testificar ante los hombres, según
Guthrie.
Ser santo, es vivir como Cristo, más allá de la moral, es vital agradar
a Dios; es sufrir una canasta básica con inflación, ver el desempleo,
el dinero que no alcanza por pagos de interés alto; a pesar de esto, el
creyente sirve a Cristo, espera su venida y se purifica en el
sufrimiento.
Fuimos rescatados de una manera vana de vida, para ahora agradar a
Dios, como pueblo escogido por Él, como real sacerdocio. Usted es
embajador del Señor, sea amable, comience con su familia, y comunidad.
Es clave dar testimonio que, ahora somos nuevas personas imperfectas,
pero serviciales.
Si mi superior, me pide hacer una tarea y obedezco, tengo autoridad
para pedirle a otro que me ayude y haga la tarea; además si he dedicado
mi vida para servirle al Señor, eso es santidad. Un creyente, no se
entretiene al jugar en un bar, al ver cosas indecentes por TV o
Internet, sino que usa su tiempo para orar, leer, escribir, visitar o
ser útil. Ore por este Ministerio...
ORE:
Padre, que la prueba de mi fe, me guíe a obedecerte y vivir sólo
para ti y así ser útil a la familia y comunidad para crecer junto a mis
hermanos de fe.
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