CUMPLE TUS PROMESAS
AGOSTO
DIA 08
“Cuando a Dios hagas promesas, no tardes en cumplirla, porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. Mejor es no prometer y no cumplir” (Eclesiastés 5:4-5)
¿Eres una persona que cumple lo que promete? O ¿fácilmente dices una cosa, y luego te olvidas y no la cumples? Esta generación pide a gritos personas de valor e integridad.
Este capítulo advierte sobre el proferir palabras a la ligera y el de tener cuidado al cumplir las promesas. Es mejor no hacer promesas, que hacerlas y no cumplirlas. Esto no debe desanimarnos, sino al contrario llevar un registro de lo que prometemos para poder cumplirlo a cabalidad.
El ángel aquí es un sacerdote o funcionario del templo que vela para que se cumpliera la promesa hecha. Además, en todas las sociedades humanas hay una burocracia constituida por un excesivo número de funcionarios subordinados unos a otros, que en lugar de favorecer el buen gobierno no hacen otra cosa que oprimir al pueblo. (RV95)
Tenemos entonces, que a más de las promesas, hay opresión al pobre, perversión de la justicia, riquezas guardadas para el mal. Que hay que gozar del trabajo y que “al rico no lo deja dormir la abundancia”.
¿Por qué se originan los divorcios? Por varios factores, uno de ellos, es la falta de fidelidad y de lealtad al compromiso adquirido. No se cumple la promesa que se hizo ante Dios y ante un altar.
¿Por qué nace la corrupción? Por la facilidad de prometer algo y ganar una elección y luego en el poder no cumplir lo ofrecido. Porque somos impredecibles y volubles. Esto no debe ser así. La solución está en arrepentirse de este pecado y buscar a Dios.
Sé una persona piadosa, en medio de un mundo perverso. Adora a Dios ámalo de corazón y sé amable y justo con tu familia y vecinos. Cumple tu palabra.
REFLEXION:
Anota lo que prometes y luego cúmplelo.
PASTORA LUCY DESIGN