ESPERANZA PARA UNA VIDA SANTA
DICIEMBRE
DIA 02
Más bien, sean ustedes santos en todo lo que hagan, como también es santo quien los llamó; pues está escrito: "Sean santos, porque yo soy santo." 1 P. 1:16
La esperanza es la expectativa que tiene el creyente, de un día ver a Jesús cara a cara, mientras tanto, tiene que vivir en santidad, dedicado para Dios, para ser útil al Señor.
El creyente es un peregrino, que tiene su mente lista, sobria y preparada para esperar al Señor Jesucristo; por esto, no vive para el mundo, ya que fue rescatado, liberado de una “vida vana”, una vida licenciosa, de vergüenza y pecado, por medio de la obra expiatoria de Cristo.
La vida santa, no es aislarse del mundo, para vivir en un monasterio, ni vestirse como monje, ni tener un cartel que todo es prohibido, no tomar, no fumar, no bailar, no... Cuando el creyente, se deleita en Dios, vive con gozo, practica las disciplinas espirituales sin llegar al legalismo, se da cuenta por sí mismo, que la santidad, tiene sentido.
La nueva vida en Cristo, lo lleva a ser obediente a Dios, a no vivir según los dictámenes de este mundo, sino a tener temor de Dios, o sea respeto y obediencia a la Palabra de Dios, para servir al prójimo, para trabajar con honestidad, para ser una persona útil a la comunidad.
Es interesante notar lo que dice 1 Pedro 1:21 “Por medio de él, creéis en Dios, quien lo resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios”
Tenemos la esperanza viva en Cristo, quien nos desafía a confiar en Él, en todo momento, incluso cuando hay crisis económica, falta de salud, y diversos problemas; pues, nuestra fe y esperanza, esta puesta en Dios.
Ponga su fe en el Señor, quien le da esperanza en Cristo, para superar sus ocasos de la vida, para trabajar con honradez y amar a Dios siempre.
ORACIÓN:
Padre, mi fe y esperanza está en ti, que pueda vivir en santidad de vida.
PASTORA LUCY DESIGN