LA NUEVA JERUSALÉN, UNA CIUDAD GLORIOSA
JULIO
DIA 20
“Nunca entrará en ella nada impuro, ni los idólatras ni los farsantes, sino aquellos que tienen su nombre escrito en el libro de la vida, el libro del Cordero” (Apocalipsis 21:27)
La Nueva Jerusalén mide 2200 Km en “longitud, anchura y altura eran iguales”, será una ciudad espléndida, de “oro puro”. Dios hará un cielo y tierra nueva. Ya no habrá “muerte, ni llanto, ni lamento, ni dolor” Que consoladoras palabras.
“No vi ningún templo en la ciudad, porque el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero son su templo. La ciudad no necesita ni sol ni luna que la alumbren, porque la gloria de Dios la ilumina”. La ciudad y habitantes glorifican al Señor.
La mención de reyes muestra que el término “naciones” no significa individuos de muchas naciones, sino esas etnias seguirán siendo naciones, con sus líderes y gobernantes “traerán su gloria y riqueza a ella” Parece que la identidad nacional que es una dimensión tan importante del ser de cada persona, nos marcará por la eternidad para bendición. Aquí se reafirma y se amplía el aspecto comunitario de la vida eterna. Se cumple una profecía de que en el Reino de Dios los gentiles irán a Jerusalén en caravanas surtidos de los bienes de la tierra; ahora vienen a la Nueva Jerusalén y disfrute de todos los que viven en libertad, según Stam.
Nuestra imaginación queda opacada ante la majestuosa ciudad, con “calles de oro, mar de cristal y ninguna cosa impura” No habrá sol ni luna, ni peligros ni terroristas que causen temor, porque el Señor es la luz, y él protege la ciudad. No es utopía, esperamos su venida y nuestra nueva morada; pero mientras tanto, testifiquemos y sirvamos al Señor con persona, tiempo y dinero.
Hay un requisito para morar en esta ciudad, no ser pecador, sino tener a Cristo como Señor y Salvador, por fe en Él y su palabra para vivir con Él, eternamente.
ORACIÓN:
Dame sabiduría y valor para que otros te conozcan como Señor...
BENDICIONES
PASTORA LUCY
ADMINISTRADORA