¿POR QUÉ NOS HACE FALTA BENIGNIDAD?
NOVIEMBRE
DIA 13
Una de las razones por la que conocí al Señor, fue leyendo el Nuevo Testamento, cada vez que leía sobre la actitud dulce y amable que tenía el Señor Jesucristo con las personas, se conmovía mi alma.
Es que el Señor Jesucristo, trató a la mujer samaritana con ternura, y le mostró el Reino de Dios, con amor y claridad. A Nicodemo, le enseñó con amor, benignidad y firmeza como nacer de nuevo.
Los milagros y sanidades de Jesucristo, fueron actos sobrenaturales, con amor y compasión para el sufrido; como persona mansa, buena y humilde, pero muy firme de carácter con los que explotaban al pobre.
Jamás el Señor Jesucristo, pronunció, engaño ni maldición dice Pedro el Apóstol. No hay duda que el Señor fue amable, cortés y un caballero a carta cabal.
“El no cometió ningún pecado ni hubo engaño alguno en sus labios. Cuando proferían insultos contra él, no replicaba con insultos; cuando padecía, no amenazaba, sino que se entregaba a aquel que juzga con justicia”. 1 Pedro 2:22-23
Ahora, seamos honestos con nosotros mismos y hagamos un examen de conciencia: ¿Soy amable y benigno con mi cónyuge? ¿Trato bien a mis hijos, o los corrijo con grosería? ¿Soy benigno con mis hermanos en la fe?
Cuanta violencia verbal, vea usted como se insultan los líderes políticos, como se maltratan e insultan unos a otros, en un tráfico de coches; como hay maltrato con la boca, incluso entre llamados creyentes.
El pecado del siglo, no es la guerra, no es la falta de educación, ni la falta de tener una profesión, ni un gran nivel socio-económico; es la grosería, es no ser benigno, ni amables, sino descorteses unos a otros. Que vergüenza, presentarse con cara de “santulón”, alabar a Dios cada Domingo en el culto, pero ¿Somos amables todos los días? Confiese el pecado de, descortesía y pida al Señor que le guíe a ser benigno y cortés.
ORACIÓN:
Perdona Señor mi descortesía, guíame a ser amable ahora...
PASTORA LUCY DESIGN