DIOS, EL MÉDICO PERFECTO
FEBRERO
DIA 03
“Venid y volvamos a Jehová, pues él nos destrozó, mas nos curará; nos hirió, mas nos vendara” (Oseas 6:1)
Una de las vocaciones nobles es la del médico; pues, tiene que curar y cuidar. La metáfora del médico, aquí se la usa para Dios, quien hiere para bien y sana para restauración de toda persona.
El texto empieza con una invitación a buscar a Dios y a esforzarse por conocer al Señor. Lamentablemente, el pueblo de Israel no era sincero en su vida y piedad a Dios. Escrito está: “Vuestra piedad es como nube matinal, como el rocío de la madrugada, que se desvanece”
Dios por medio del profeta Oseas dice: “Porque misericordia quiero y no sacrificios, conocimiento de Dios más que holocaustos” Esto se parece a la actual generación que cree ganar el cielo con sacrificios, con penitencias, con obras humanas, en vez de confiar en la obra de Cristo en la cruz, para salvación del pecador. Así como el verdadero médico sabe realizar un diagnóstico, con una historia clínica acompañada de exámenes que revelan que el paciente necesita urgente una cirugía; así Dios, diagnóstica a Israel: “violaron el pacto”, “han pecado contra mí”.
El remedio o medicina eficaz es un genuino arrepentimiento, con una genuina misericordia y conocimiento del Señor. El médico auténtico, es de ayuda; así la Palabra de Dios, muestra el pecado del hombre y como éste debe tener comunión con Dios y su prójimo.
La sanidad interior, es clave al perdonar y ser perdonado. Adore al Señor y busque cada día servirle. Es vital una palabra amable, una sonrisa y regalo. Hoy decidamos orar por este Ministerio para que el Señor nos siga usando, al edificar su Iglesia. Si está enfermo ore a Dios y busque un médico. Hoy visite un enfermo y sirva como si fuera a Cristo.
REFLEXION:
Busca al Médico de los médicos, para que sane tu alma y vida íntegra. El nunca falla y puede sanar tu vida interior.
BENDICIONES
PASTORA LUCY
ADMINISTRADORA
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