LA LECCIÓN DE LOS CERDOS Y LA CASA SIN CIMIENTO
MARZO
DIA 31
“Pero el que oye mis palabras y no las pone en práctica se parece a un hombre que construyó una casa sobre la tierra y sin cimientos. Tan pronto como la azotó el torrente, la casa se derrumbó, y el desastre fue terrible” (Lucas 6:49)
Había una vez, un lobo que se quería comer a tres cerdos, dos de ellos perdieron su casa, porque no tenían base ni eran seguras; pero el tercer cerdo dio refugió a sus dos hermanos, porque su casa tenia cimiento y era sólida; además, al unirse los tres cerdos vencieron al lobo.
El Maestro de maestros, el Señor Jesucristo tenía una pedagogía muy especial, pues, partía de cosas conocidas para enseñar cosas oscuras y desconocidas; él se valía de hechos y casos para ilustrar una verdad.
Ahora, el Señor enseña que por encima de la ley está la necesidad del ser humano, y sin quebrantar los diez mandamientos, un día satisface el hambre de ellos; sigue sanando a la gente, selecciona a sus discípulos y enseña el famoso “Sermón de la montaña” que incluye el amor a los enemigos, la regla de oro de “tratar a los demás, como a uno quisiera que lo traten”, esto es un principio clave en las relaciones humanas.
Jesucristo, señala que por los frutos se conoce al árbol, si es bueno o malo y asimismo a cualquier persona, según su conducta. Se admira de la fe del centurión y resucita al hijo de una viuda. Comprende y anima a Juan el Bautista y perdona los pecados de una mujer que unge sus pies.
Hoy hagamos lo que oímos. Porque al poner en práctica la enseñanza del Señor Jesucristo, somos sabios y comparados a una casa con un gran cimiento sólido.
ORACIÓN:
Señor, quiero seguirte y obedecerte, que mi vida entera te agrade, y que al igual que la mujer pecadora, me limpies en el peregrinaje de esta vida.
BENDICIONES
PASTORA LUCY
ADMINISTRADORA
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