LOS MILAGROS DE JESUCRISTO
MARZO
DIA 07
“Jesús recorría todos los pueblos y aldeas enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas nuevas del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia” (Mateo 9:35)
El Señor Jesucristo, impartía conocimiento, compasión y misericordia para el afligido; Él enseñó, predicó y sanó. Endemoniados, leprosos, muertos, paralíticos; hombres y mujeres. Todos fueron sanados.
Llamamos milagro a un acto de la voluntad divina para mostrarnos a los hombres que existen fuerzas distintas y superiores a los humanos y enseñarnos por este medio una verdad más profunda. Dios obra el milagro por su soberana voluntad y siempre nos transmite una verdad de fe. Una manifestación especial del poder de Dios. (Vila. DBI. 1981)
Recordemos que Jesús era 100% humano y 100% Dios, a él le estaban sujetos el hombre, la naturaleza y aún los demonios. Por eso él sanó a todos, y expulsó los demonios; calmó la tormenta y a una niña revivió.
El Señor llamó a Mateo, un publicano judío que cobraba impuesto a su propio pueblo, para recaudarlo al imperio romano; era odiado por esto; pero el Señor lo llamó, porque vino por los enfermos y no por los sanos.El Señor no rechaza el ayuno, sino enseña que éste tiene su tiempo. Nadie remienda un vestido viejo con un retazo de tela nueva; se daña.
El Señor todavía sana. El asunto es ¿Por qué no vemos los milagros a la misma magnitud que realizó el Señor Jesucristo? Falta de fe, o no está el Señor presente. Lo cierto es que es otro contexto; y otra la situación, sin embargo, en su soberanía el Señor sana.
Si a veces no hay sanidad, es por falta de fe, o porque Dios tiene una lección para el enfermo y los que le rodean. Dios es soberano, Él sabe lo que es mejor para nosotros. Usted debe adorar al Señor en salud y en enfermedad.
Ore para que Dios nos use, al cambiar vidas en Cristo.
ORACIÓN:
Señor sana en tu voluntad mi enfermedad, para tu gloria...
BENDICIONES
PASTORA LUCY
ADMINISTRADORA
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