GENEROSIDAD Y SUFRIMIENTO DEL CREYENTE
MAYO
DIA 29
“Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría” (2 Corintios 9:7)
La generosidad es un acto espontáneo, de una persona que da por amor y sin interés de ser visto y aplaudido; esto agrada a Dios, quien recompensa al dador y pule su vida para su gloria.
Pablo, compara el acto de sembrar y cosechar con la ofrenda del creyente, quien da más, segará más; esto no es prosperidad al contrario es un acto voluntario; no debemos dar sólo para recibir, aquí no funciona “amor con amor se paga”. La mal llamada “Teología de la prosperidad” enseña que el cristiano, que sufre, que no tiene empleo, que tiene enfermedad es porque no da dinero para ellos, pero la Biblia prueba que Pablo fue generoso y dio su vida, y sufrió de algo, incurable.
Precisamente, Pablo sufrió de una espina en su cuerpo, quizá presbicia, problema a la visión; era próspero en su vida, y Dios lo consoló: “Té basta con mi gracia, porque mi poder se pule en la debilidad”. Hay que ser humilde y dar la Gloria al Señor, y en nuestra limitación, es mejor confiar en él, para servir con éxito.
La generosidad está en escuchar, en ser amable y en dar al Señor, en ayudar al prójimo. Luego, Pablo aprende que la fortaleza es el Señor, y precisamente allí en nuestra deficiencia, esta la oportunidad de Dios. Por lo tanto, deja actuar al Señor, que Él reine y gobierne tu vida.
Apreciamos sus oraciones a favor nuestro.
“Alégrense, busquen su restauración... sean de un mismo sentir, vivan en paz”. Adelante peregrino(a), la vida es temporal.
ORACIÓN:
“Que tu gracia, tu poder me perfeccionen para confiar siempre en ti, y darte la gloria solamente a ti...”
BENDICIONES
PASTORA LUCY
ADMINISTRADORA
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