agosto 26, 2007

COMPARTAMOS EL PAN DE CRISTO


COMPARTAMOS EL PAN DE CRISTO

AGOSTO
DIA 26

Víctor, estaba sin trabajo, y se vio obligado a recurrir a pedir dinero para sobrevivir. Una fría tarde de invierno se encontraba en las inmediaciones de un club privado cuando observó a una pareja. Víctor le pidió al hombre unas monedas para poder comprarse algo de comer. Lo siento, amigo, pero no tengo nada de cambio -replicó éste.
La mujer, que oyó la conversación, preguntó: ¿Qué quería ese pobre hombre? Dinero para una comida, dijo que tenía hambre -respondió su marido. ¡Lorenzo, no podemos entrar a comer una comida de ricos que no necesitamos y dejar a un hombre hambriento aquí afuera! ¡Hoy en día hay un mendigo en cada esquina! Seguro que quiere el dinero para beber.
¡Yo tengo un poco de cambio! Le daré algo. Aunque Víctor estaba de espaldas a ellos, oyó todo lo que dijeron. Avergonzado, quería alejarse corriendo de allí, pero en ese momento oyó la amable voz de la mujer que le decía: -Aquí tiene unas monedas. Consígase algo de comer. Aunque la situación está difícil, no pierda las esperanzas. En alguna parte hay un empleo para usted. Espero que pronto lo encuentre. ¡Muchas gracias, señora! Me ha dado usted ocasión de comenzar de nuevo y me ha ayudado a cobrar ánimo. Jamás olvidaré su gentileza. -Estará usted comiendo el pan de Cristo. Compártalo -dijo ella con una cálida sonrisa dirigida más bien a un hombre y no a un mendigo.
Es interesante saber que cuando uno hace un favor al prójimo, debe hacerlo como para el Señor Jesucristo, quien incluso dijo que si servimos al prójimo era como servirle al Señor mismo. (Anónimo editado)
Amigo(a) Mateo 25:40 dice: “...Les aseguró que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí”.
Servir no es fácil, pero requiere misericordia, generosidad y la voluntad de hacerlo para bien del prójimo, y cuando lo hacemos con gozo como si fuera para el Señor, entonces, el tiempo que usted emplea, no es en vano ya que no solamente el creyente debe orar, sino servir al necesitado, como si fuera a Dios mismo.
ORACIÓN:
Señor perdona mi falta de generosidad y ayúdame a servir al pobre...

BENDICIONES
PASTORA LUCY
ADMINISTRADORA

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