¿CUÁL ES MI FUTURO?
AGOSTO
DIA 11
“Porque para todo lo que quieras hay un tiempo y un cómo, aunque el gran mal que pesa sobre el hombre es no saber lo que ha de ocurrir; y el cuándo haya de ocurrir, ¿quién se lo va anunciar?” (Eclesiastés 8:6-7)
Según los periódicos de USA, el americano gasta millones de dólares en comprar libros, revistas y hasta en consultas, que hablen del futuro. Hay quienes son futurólogos, y hasta charlatanes del futuro.
El futuro es incierto para toda persona, pero como despierta deseos y curiosidad saber lo que va a pasar mañana. Hay quienes se hicieron ricos de la noche a la mañana, colocando un consultorio, hablando y escribiendo sobre el horóscopo para engañar a la gente sobre el futuro.
Nadie sabe el futuro a ciencia cierta, pues, tendría que ser Dios. Y pretender jugar e intentar ser como Dios, es un pecado terrible. Quien diga que sabe el futuro y adivine lo que va a pasar, es un insensato. Hay quienes les resulta la corazonada; pero no saben que Dios condena la adivinación, pues, es abominable para él, quien practica la magia, o cualquier pecado de presunción para saber el futuro.
Al parecer, este pasaje critica, una vez más, el principio que establecía una conexión infalible entre la práctica del bien y la prosperidad material. Los hechos desmienten esta doctrina, dice Eclesiastés, ya que el futuro es igualmente incierto para buenos y malos. (RV95)
La Biblia es el único Libro de los libros inerrable, que habla del futuro halagador para todo aquel que cree y obedece al Señor Jesucristo y también advierte de manera espantosa y horrible la trágica decisión de no obedecer a Dios.
Es clave que sepa que habrá un cielo nuevo, una nueva ciudad, donde viviremos eternamente con Dios. Mientras tanto, ore para que miles de vidas cambien en Cristo.
Confíe en el Señor y siga adelante con Cristo.
REFLEXIÓN:
¿Quieres saber del futuro? Consulta la Biblia, y en forma concreta aprende del Apocalipsis.
PASTORA LUCY DESIGN
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