f
RENACIDOS PARA AMAR
DICIEMBRE
DIA 03
“Ahora que se han purificado obedeciendo a la verdad y tienen un amor sincero por sus hermanos, ámense de todo corazón los unos a los otros. Pues ustedes han nacido de nuevo, no de simiente perecedera, sino de simiente imperecedera, mediante la palabra de Dios que vive y permanece.” (1 P. 1:22-23)
El amor es una palabra manoseada y mal interpretada; en el texto citado arriba el Apóstol Pedro, se refiere al amor ágape, fraternal, puro, que viene de Dios, es un amor sobrenatural, que nos exhorta a ser sinceros, a amarnos de corazón y con intensidad.
Este amor tiene sentido, porque el creyente genuino ha nacido de nuevo, de la simiente imperecedera, por medio de la Palabra de Dios, que vive y que permanece para siempre.
Este amor es imposible de entender, un no creyente se cuestiona, como es posible que se nos mande a amar incluso al enemigo, al que nos hace daño, al que nos causó dolor.
El creyente lo entiende, cuando perdona las ofensas, cuando comprende al hermano que, no camina al mismo ritmo que otro que entiende rápido la Biblia. Esto me recuerda a hermanos, que ministro, no son rápidos para leer, ni entender, pero son cariñosos. No tienen estudios, pero les gusta servir. Allí se ama, a pesar de estas diferencias.
El nuevo nacimiento en Cristo, debe llevarnos a no ser legalistas, cuantos hermanos, marginan a la mujer, ni siquiera en sus congregaciones la hacen orar, porque creen que debe callarse. Cuando si puede orar, cantar Más allá de nuestras interpretaciones distintas de la Biblia, debemos respetarnos y amarnos mutuamente.
El amor fraternal no es para un libertinaje, ni vida cómoda, sino para servirnos. Hace poco prediqué en una comunidad cristiana, donde en una minga, el uno cocinaba, el otro limpiaba, y otro servia; eso es amor. Debemos servirnos y amarnos como Cristo, amó y sirvió a la gente.
ORACIÓN:
Padre, que pueda amar a mis hermanos en sus diferencias...
PASTORA LUCY DESIGN
No hay comentarios:
Publicar un comentario