Romanos 16:3 dice: “Saluden a Priscila y a Aquila, mis compañeros de trabajo en Cristo Jesús. Por salvarme la vida, ellos arriesgaron la suya...”
Es hermoso ver a una pareja servicial, que se ama, y es solidaria, como Aquila y Priscila que hacían tiendas de campaña, le dieron la mano al Apóstol Pablo y éste escribió las cartas pastorales que nos guían en la vida cristiana. Pablo fue un maestro de relaciones humanas, si usted medita en los últimos capítulos de Romanos se dará cuenta que el respeto, el agradar y tolerar a los hermanos es clave. Discipular, evangelizar e ir a otro país, u otra cultura es vital, para que la Iglesia crezca en calidad y cantidad.
Una persona colaboradora, se interesa en otros, se arriesga a la crítica, y los obstáculos de la vida, pero vale la pena, porque hay gozo cuando oramos, compartimos los bienes y servimos al prójimo que necesita ayuda. Es vital que oremos, animemos y juntos evangelicemos por una nueva cosecha. Su inversión es necesaria, para seguir cambiando vidas en el poder de Jesucristo.
Para mí como guía espiritual es una satisfacción, conocer testimonios como el Ángel Barreto, un prófugo de la justicia que a través del programa su vida fue orientada a recibir a Jesús. O el de María Ochoa, una mujer de vida disipada, rindió su vida a Jesucristo, al escuchar nuestros estudios bíblicos.
Anime y exhorte a su Grey en la misión divina de amar, evangelizar y de discipular. Ore para que Dios nos guíe .
Como tarea le dejó: ¿Estoy haciendo obra misionera, sirvo en la Iglesia?
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