noviembre 13, 2013

LA DISCIPLINA Y DERECHOS DE UN MINISTRO

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LA DISCIPLINA Y DERECHOS DE UN MINISTRO
Lea: 1 Corintios 5-9
NOVIEMBRE
DIA 13
“Todo me está permitido, pero no todo es para mi bien. , pero no dejaré que nada me domine” (1 Corintios 6:12)
El Apóstol Pablo tuvo personalidad, reprendió a la Iglesia por no disciplinar a un inmoral que se acostó con su madrastra, la mujer de su padre; y duramente llama a no sentarse a comer con los inmorales, la idea no es hacer acepción de personas, sino la de no participar en sus malas obras. 

El carácter o temperamento de Pablo un colérico bien intencionado, que prohibió a los creyentes a tener pleitos entre ellos, en juzgados de seres humanos. Les señala que no deben unirse a prostitutas, pues, el cuerpo es “templo del Espíritu” es decir para uso santo. La fortaleza de carácter, es un hábito que requiere paciencia, constancia y personalidad diaria para tomar decisiones sabias.

En 1 Corintios 7, El Apóstol Pablo en vista de tanta inmoralidad aconseja, a tener su propio cónyuge, y éstos no deben negarse, a sus relaciones de pareja, excepto si dedican tiempo para orar. Es que la familia ahora, esta ocupada, a los hijos se les dedica muchas veces más tiempo, que a los cónyuges y allí vienen los desacuerdos y la falta de comunicación. Los solteros si tienen el don de continencia, pueden dedicarse con mayor tiempo para servir al Señor y a la comunidad. Hay viudas, madres solteras que visitar, consolar y ayudar. Los matrimonios mixtos, deben ponerse de acuerdo antes de separarse, sino restauren sus relaciones.

Pablo tenía derechos como Apóstol y no tenía escrúpulos en cuanto a la comida; en el tiempo del Nuevo Testamento, había sacrificio de carne a los ídolos; había hermanos que comían y otros que por la conciencia débil, no lo hacían. Lo interesante es el principio del respeto y de ceder su derecho, para que otro más débil en la fe, no caiga en pecado; además la disciplina de saber dominar el cuerpo, con libertad en Cristo.

Pablo era un observador de los deportes griegos, como el atletismo, la lucha y el boxeo; “todos corren, pero uno solo se lleva el premio, una corona que perece”. Debemos disciplinarnos para servir con eficacia a Dios. Así como el profesional vive de su profesión, así el Predicador vive del Ministerio del Evangelio. Ore por nosotros, y por el Pastor, misionero y evangelista... que cumpla su tarea, de edificar el Reino de Dios.
ORE:
Padre, que pueda vivir con disciplina, sirviendo, predicando y viviendo del Evangelio para agradarte a ti y edificar tu Iglesia...

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