LA ADORACIÓN EN LA DEVOCIÓN
SEPTIEMBRE
DIA 30
Amigo(a), una devoción sin adoración, es como un matrimonio sin la comunión y pasión de cónyuges, es como un churrasco de carne, sin la respectiva carne. La adoración del alma y cuerpo es vital al amar a Dios.
Bien dice el Salmo 145:1-3, “Te exaltaré, mi Dios y rey; por siempre bendeciré tu nombre. Todos los días te bendeciré; por siempre alabaré tu nombre. Grande es el Señor, y digno de toda alabanza; su grandeza es insondable”.
Al tener comunión con Dios, es vital, la exaltación al Señor como Dios y Rey, porque Él reina y tiene todo bajo control. Hay comunión, promesa y gratitud al bendecir el nombre de Dios, al alabarlo cada día y siempre.
Al estar en la presencia de Dios, tenemos que reconocer su soberanía y su grandeza, Él es Grande, dice una canción cristiana: “Grande es Dios... exaltaré su nombre”.
Hay días, vacíos, en dónde uno puede confesar al Señor su falta de Dios por la rutina de la vida. Es allí donde podemos confesar nuestro pecado de desidia, de rutina y activismo, incluso de la obra, pero nos falta tener comunión con el Señor de la obra.
Dios es digno de toda la alabanza, su grandeza es insondable, no la podemos explicar con palabras. Bien señala otra canción: El amor de Dios es maravilloso, tan alto que no puedo ir arriba de Él; profundo que no puedo ir debajo de Él, tan grande que no puedo ir afuera de Él; tan grande es el amor de Dios; y por todo esto, Él es Grande.
Ahora, pasemos a la presencia del Señor con actitud de reverencia, de anhelo por contemplarlo, de aprender de Él, sí, porque a veces creemos que por ser creyentes en Cristo, como que no necesitamos de Dios, que podemos buscarlo rápidamente, impulsivamente, pero que locura, es vital la frescura y el poder del Espíritu Santo en nuestras vidas.
Ore para seguir motivando a usted y miles de creyentes a buscar a Dios.
ORACIÓN:
Padre, eres digno de todo Honor, porque eres Grande...
BENDICIONES
PASTORA LUCY
ADMINISTRADORA
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